sábado, 23 de enero de 2010

Into the Wild: el ideal de mi vida...

Mi hermano descargó una película de la cual hasta hoy no había siquiera escuchado de ella: Into the Wild, publicada en 2007. No sé si estuvo en las salas de cine de México ni con qué nombre se distribuyó, pero sí debo decir que me hubiera gustado verla en la pantalla grande. El guión es de Sean Penn, y es la adaptación de una historia real.

Christopher McCandless es un tipo que cansado de los problemas entre sus padres (a quienes califica de hipócritas) y de llevar una vida aparentemente perfecta, decide irse a viajar él solo sin siquiera avisar a alguien más que a su hermana, quien tampoco supo a dónde iba. Se remarca bastante el hecho de que Christopher ha sido influenciado por las novelas que lee, y una cita de Lord Byron al principio de la película hace pensar que son novelas románticas, lo cual encaja perfectamente con su comportamiento y manera de pensar. Recordemos que Lord Byron fue un viajante incansable y que se enroló en el ejército británico para las campañas de independencia de Grecia y las revoluciones italianas; un idealista y activista que brindó una de las mejores obras poéticas en inglés. Christopher se va para librar la lucha por su independencia personal, el encuentro consigo mismo, liberarse del mundo materialista y abrumador, algo así como una mezcla entre Werther y Emma Bovary (en el sentido de buscar el ideal romántico).

Christopher se cambia el nombre por el de Alexander Supertramp, y se relaciona con muchísima gente a lo largo de si viaje con destino en Alaska. Toda esta gente le parece más real que su propia familia. Sin conocerse en un principio, le brindan cariño y apoyo. Como parte de la adaptación de la historia, se divide su viaje en un proceso de vida: nacimiento, adolescencia, adultez, familia y adquisición de la sabiduria. Esto supone que Christopher a iniciado una "nueva vida", un proceso de maduración en el momento en que inició su viaje, a la vez que cambia la vida de cada persona con la que tiene contacto. Sin embargo, su determinación de llegar a Alaska va más allá de cualquier lazo fuerte que pudiera establecer (según él, la felicidad no debe depender de las relaciones interpersonales, o al menos eso pensaba) y no paró hasta llegar. Estando allá encontró una combi Volkswagen en la que se instala durante toda su estancia. En Alaska, en completa soledad, pasa el invierno y tiene oportunidad de reflexionarlo todo. Lleva un diario de todo lo que le pasa, y al parecer, no le fue tan mal en un principio. Al menos en la película, Christopher tiene un momento de revelación en que las cosas toman mayor sentido, y es cuando decide regresar. Por otro lado, no contaba con que el invierno ya había pasado, la nieve se descongeló y que un río que cuando llegó era un canal ahora corría con una fuerza que le imposibilitaba cruzarlo. Las cosas empeoraron y comenzó un proceso de degradación del cual no saldría con vida. Al final se da cuenta que esa felicidad real que buscaba no puede vivirse en soledad.

Supongo que no soy el único que logra identificarse con esta persona (los idealistas abundamos en el mundo) pero sí son pocos los que se aventuran a conseguir la vida que quieren. Dejar el mundo atrás no es fácil, sobre todo cuando no hay una motivación fuerte. Yo ya hace mucho tenía en mente un viaje de este tipo, un viaje por toda Latinoamérica, no con el fin de escapar, pero sí con el propósito de encontrarme a mí mismo, encontrar el mundo y encontrarme en él, identificarme en ese plano mayor de la realidad fuera del medio en que me he desenvuelto toda mi vida, conocer otra gente y otra forma de pensar que a la vez, pienso yo, va en el mismo sentido que la de nuestra por compartir ciertos aspectos culturales. Un viaje de este tipo marca la vida para siempre, y estoy convencido de que no quiero una vida común.

Por el momento, puedo comenzar mi viaje en pequeña escala, simplemente haciendo cosas diferentes, que me llenen, y compartirlas con la gente que quiero. Esta película y Revolutionary Road son para mí algunos recordatorios de lo que quiero y no debo olvidarme nunca.

Como siempre, acá les dejo el trailer...


5 Responses to “Into the Wild: el ideal de mi vida...”

Mafufa dijo...

Quiero verla!
Hay que verla!
Tengo que verla!!!

Mi vida se complica y necesito u desfogue... jajaja huiré a Alaska! jajaja

Joe McCannon... dijo...

Tu idealista?! Tu eres un niño mutante y bailas como Pedro Infante!

He! dijo...

No mames amiguin! si ni quieres hacer cosas nuevas, eres bien "temeroso"...

Btovsky dijo...

Jajaja, claro q no soy temeroso, más bien soy... poco activo, dejo las cosas pasar y ya, pero esto lo tengo ya bien decidido...

Joe McCannon... dijo...

I hope you get butt raped by a south american native... In prison...