miércoles, 20 de mayo de 2009

Hoy hay cielo nublado...

Salí de clase de francés y me encontré con una ráfaga de viento. Mientras esperaba el camión pensé que es mayo y hace frío. El clima ha estado nefasto. Uno tiene que salir en la mañana con chamarra porque de la nada hace frío! Yo había traído ropa para calor esta semana, pero el lunes amaneció como si estuviéramos en octubre, con muchísimo aire frío y todo nublado.

Hace tiempo ya que descarté el frío por el calor. Ya de todos es conocida mi anécdota de cuando fui a los azufres en Michoacán y pasé el peor frío de mi vida, rodeado de bosque y granizo, con las casas de campaña húmedas y la leña mojada quitándonos la posibilidad de hacer una fogata. Desde entonces, adoro el calor. A pesar de que me gusta más la ropa de invierno, el clima cálido le permite a uno andar con menos ropa encima. Uno anda con más libertad y no tiene tullidos los miembros por el frío. Por otro lado, el calor me aumenta mi flojera al 314% y a mucha gente la pone de mal humor, a mí no tanto.

Además, tengo una teoría: A la mayoría de las personas que dicen gustarles el frío, les gusta el calor en realidad. Explico: Muchas de las personas dicen que les gusta el frío porque cuando se cobijan sienten muy rico, cómo las cobijas o chamarras se van calentando poco a poco... Error. Eso significaría que les gusta el calor que sienten al cubrirse del frío que están despreciando al cobijarse. Lo mismo sucedería al contrario con las personas que dicen gustarles el calor porque pueden refrescarse. Si te gusta el frío es porque te gusta sentir frío. Yo puedo decir que sólo prefiero el calor, ya que tampoco me gusta sentir el calor, pero lo prefiero a sentir frío.

Por lo tanto, sólo espero que el calor vuelva pronto y este clima nublado-frío-airoso-sin-lluvia se quite, o siquiera que llueva bien, eso sí estarí bien...

miércoles, 6 de mayo de 2009

Que siempre Van Gogh no se cortó la oreja...

Al parecer, una de las leyendas más famosas de la Historia del Arte ha sido mal contada. La leyenda dice que después de una discución de Van Gogh con su amigo Paul Gauguin, también pintor, Vincent se encerró en su cuarto y se automutiló con una cuchilla. Luego de vendarse, la envolvió y se la regaló a una prostituta que le gustaba llamada Raquel.

Sin embargo, dos estudiosos alemanes, Hans Kaufmann y Rita Wildegans, tras 10 años de investigación, publican el libro En la oreja de Van Gogh: Paul Gauguin y el pacto del silencio, donde basados en el testimonio de testigos y correspondencia entre los dos artistas, se atreven a refutar esta versión y a afirmar que fue Gauguin quien cortó la oreja de Van Gogh con una espada tras reñir.

No osbtante, parece que el regalo romántico a la prostituta es todo verdad.