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miércoles, 22 de junio de 2011

Manifiesto del yo


Éste no pretende ser un manifiesto de lo único que soy, ya que soy resultado de toda la historia de la humanidad hasta el momento mismo en que mis dedos golpean las teclas para escribir que mis dedos golpean las teclas.  No pretendo simpatía ni antipatía. Intento determinarme y afirmarme en esa eterna necesidad de ser uno y no ser yo a distintos tiempos, la inútil necesidad de descubrir quién soy para sólo darme cuenta de que mañana seré otro completamente. Yo soy yo y mis circunstancias cambiantes en cada parpadeo. Yo soy y nada más. Soy, luego existo, y nada está fuera de mí. Soy un lobo para el hombre y soy el Hombre.

El Hombre no está condenado a ser libre: su corporeidad mortal lo limita en sus decisiones y lo imposibilita para cambiar su entorno. El ser humano tiene necesidades básicas, ergo, es imperfecto a pesar de poseer el más alto grado de perfección biológica. El Hombre no está condenado a ser libre: su entorno sociocultural lo limita a formarse de una manera única, pero incompleta, luego, imperfecta; para ser libre tendría que poseerse la totalidad de las posibilidades de vida existentes para un ser humano hasta este momento de la Historia, para así poder escoger la que más le plazca y llevarla a cabo a pesar de las limitantes socioculturales que se le presenten. El Hombre no está condenado a ser libre: es tetradimensional, y es sobre todo la cuarta dimensión, el tiempo, el que lo limita a tomar decisiones en un momento y no en otro, y lo limita a la duración de una vida. El Hombre no está condenado a ser libre: se ve limitado por sus propias pasiones y deseos. Son pasiones y deseos los que han hecho que el hombre someta a su semejante. El Hombre no está condenado a ser libre: es el Hombre el que limita la libertad de sus semejantes. El Hombre no está condenado a ser libre: su entorno económico-social lo limita a vivir una vida cuyas pautas han sido dictadas por un semejante que tuvo pasiones y deseos, que quería asegurar la integridad de su corporeidad mortal por encima de la de los demás porque no hay tiempo suficiente para lograrlo de otra manera, y para eso ha limitado cultural, económica, social y políticamente a sus semejantes.

Yo soy uno de esos hombres que ha quedado en medio de todo. Muy rico para ser pobre y muy pobre para ser rico. Alguna vez sentí culpa de ser quien soy, y luego descubrí que el Hombre no sentía culpa de ser quien es, y no debe sentirla: Yo soy yo y mis circunstancias. He ahí otra limitante: nací clasemediero y no tuve elección. ¿Debería sentirme culpable porque mi padre ha ganado con su trabajo el dinero necesario para vestirme de cierta manera y darme cierta educación y que de todas esas limitantes tan humanas haya resultado el yo actual? ¿Debería sentirme culpable porque me gusta la ropa o la música o productos que un descomunal número de gente no puede adquirir? ¿Debo sentirme culpable por cada pedazo de comida que me llevo a la boca sabiendo que hay millones de personas que mueren de hambre justo en el momento en que yo saboreo un alimento por demás fuera de lo básico al incluir en su producción desde accesorios de cocina, gas, refrigeración, condimentación, y sobre todo, una elección basada en mi gusto y no en mi necesidad? Mi respuesta es no. No debo sentirme culpable por ser yo y mis circunstancias que no elegí.

Soy tan limitado y condenado a no ser libre como los demás, y aislado dentro de toda la mierda que es la humanidad. Es inútil aislarse, la mierda está en la esencia. Uno puede intentarlo, alejarse y observar a la distancia con la peste y la náusea escapándosele por los poros. Porque uno no puede aspirar a la libertad apestando a humano. El Hombre está condenado a creer que puede ser libre, aun a pesar de que en su esencia nunca ha existido un concepto como la libertad. El Hombre se tragó las mentiras piadosas que el pueblo francés inventó para darse un poco de alivio ante circunstancias que lo ameritaban. Libertad, igualdad y fraternidad son una bella ilusión basada en el deber ser y nacida de un mito tan escatológico como el oscurantismo religioso.

El Hombre, sin embargo, está condenado a ser. Todas las limitantes que lo imposibilitan para ser libre lo obligan a ser de una manera y no de otra. Uno puede analizarse a sí mismo como parte y como todo. Y me doy cuenta que dentro de mis limitaciones soy capaz de todo, de las cosas más grandiosas y las más insignificantes, que puedo ayudar a mis semejantes o puedo destruirlos en cualquier sentido, que puedo ser quien yo quiera ser, y sin embargo, nunca dejaré de ser yo, porque mis posibilidades de ser son yos secundarios cuya probabilidad de convertirse en yo es baja. Únicamente el loco puede ser libre, porque es quien quiera ser a la hora que lo desea y nada se lo impide.

El Hombre está condenado a ser, pero no a hacer, y he ahí el verdadero problema, cuya solución está en sí mismo. La decisión de hacer algo por los demás sin dejar de ser yo es fundamental. ¿Acaso debo cambiar mi manera de vestir, la música que escucho o el licor que bebo? ¿Debo fumar o tomar café, o no hacerlo, o dejar lo que me hace feliz para ayudar a los demás a encontrar la felicidad? La respuesta nuevamente es no. No tengo que cambiar mis gustos, parte fundamental de mi ser, para ayudar a los demás en sus problemas. Mis gustos como mis acciones me definen, pero éstos emanan de mi ser, son proyecciones de lo que soy.

Yo soy yo, soy el Hombre, soy Humano. No soy mexicano ni estadounidense, no soy católico ni judío, ni panista ni priísta ni obradorista. No soy estático y puedo cambiar de ser y parecer y de pensar en cualquier momento. Soy incongruente, el Hombre lo es. La única libertad que tengo, tan limitada como es, es de ser en un momento lo que quiera y pueda ser. La única sensación de libertad completa y total a la que puedo aspirar, ilusoria, sin embargo, es la muerte, porque en la muerte nada más importa, es el no ser, y cualquier consideración al respecto sale sobrando.

Yo soy yo y no soy lo que no soy, y lo más seguro es que no me dé cuenta cuando el sentido de esos términos se invierta.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sobrevaloración del artista


Acá el nuevo artículo para Revista DIME. Chéquenlo y comenten!

jueves, 27 de enero de 2011

Insomnio

Cuando uno se queda dormido alrededor de las 9 pm y resulta que se despierta a las 12 am, el efecto natural es simplemente no poder dormir por más que uno lo intente. El punto aquí es decidir qué se hará en ese tiempo en el que uno se supone que debería dormir pero que le es imposible. Yo (hasta este momento) en mis 22 años de vida, nunca había hecho otra cosa que simplemente intentar con todas mis ganas dormir (lo cual resulta más contraproducente que efectivo). Uno da vueltas en la cama, se voltea, intenta distintas posiciones (sí, sólo para dormir), pero nada funciona, y menos si estás enfermo y dormir como acostumbras resulta imposible porque o respiras o duermes. 

Generalmente en estas noches de insomnio es cuando uno tiene las mayores revelaciones de su vida: encuentras la solución a los problemas de la humanidad, resuelves los problemas filosóficos para los que nadie hasta el momento tenía respuesta, se tienen experiencias religiosas o reflexiones ontológicas que para uno son impresionantes pero que alguien muerto ya pensó y publicó alguna vez, o tienes ideas geniales de cosas que alguien debería inventar (casi siempre en relación con la causa por la cual no puedes dormir). Por ejemplo, para los moscos en época de calor, he pensado que tengo el poder de crear una membrana energética con mi mente que se forme sobre todas las paredes del cuarto, y que se vaya cerrando poco a poco hacia su centro recogiendo únicamente insectos y traspasando lo demas como si sólo de luz se tratara, hasta formar una bola comprimida en el centro de la recámara con todos los insectos que la habitaban, lista para botarse a la basura. Por supuesto luego desheché la idea de que fuera un súper poder para cambiarla por el de un dispositivo capaz de hacer eso (por supuesto resulta mucho más factible que llegar a desarrollar el poder de crear membranas energéticas que arrastren sólo insectos).

Otra cosa que uno también hace cuando no se puede dormir es repasar la misma canción una y otra vez en la mente, una de las razones más molestas para no dormir. Digo, ¿para qué alguien querría quedarse despierto toda la noche a repasar hasta el hartazgo en su mente una canción que bien podría escuchar durante todas las horas de vigilia que se tengan? O la luz molesta del vecino que entra justamente por la ventana de tu cuarto hasta tu cara, o los gatos en celo que les gusta presumir cuánto copulan en una noche, o las ambulancias porque algún ebrio ya se estrelló en un poste, o la reunión del vecino de al lado con música norteña a todo lo que da, o resulta que cometiste la pendejada de ver una película de terror o de platicar de temas paranormales (fantasmas o extraterrestres, comunmente) sabiendo perfectamente que eres un miedoso y que no puedes dormir sistemáticamente después de algo así.

Creo que lo mejor es, como ahora, tomar las cosas con calma y hacer cualquier cosa hasta que el sueño vea q uno es más cabrón y llegue finalmente, desilusionado, y nos deje dormir...

miércoles, 19 de enero de 2011

La botella de Corona

Esta botella de "huevos de toro", o sea, de una cerveza Corona de Barril, había estado ahí, en ese escalón a la entrada de mi casa, por lo menos durante el último año. No era mía; mi casa en Guanajuato se encuentra en una especie de callejón privado porque tiene puerta a la entrada (nunca se cierra, no tiene sentido), pero ahí está, simulando que es una casa, pero dentro hay muchas casas rentadas y subiendo mucho, se desemboca en un callejón común y corriente (por supuesto, después de cruzar una reja). El punto es que cualquiera la pudo haber dejado ahí como cualquiera durante todo este año la pudo haber recogido. La botella inspiraba respeto, representaba un estado de cosas que la gente no está dispuesta a cambiar porque se acostumbra a él.

Es como en aquella ocasión en la época en que mi amigo Martín estaba en el propedéutico para la escuela de Diseño de Interiores (jo jo), y colocamos parada una botella de Coca Cola en uno de los pasillos del Jardín Unión mientras filmábamos. Nadie, absolutamente nadie se atrevió a patear, recoger, mover, ni siquiera a tocar la botella. Todos la esquivaron. ¿Por qué? ¡Es una botella de refresco que estorba! ¿Por qué nadie la movió? Representa un orden que ellos no establecieron y que por lo tanto no se sienten con el derecho a cambiarlo, incluso cuando los afecta directamente. Cuando llegaron al pasillo, la botella ya estaba ahí, en medio de su camino, inmóvil y poderosa, y nadie se ocupó de quitar el estorbo porque es más cómodo sacarle la vuelta y olvidar que estuvo ahí a pesar de que en algún momento fue bastante evidente.

Uno siempre tiene la esperanza de que las cosas nunca cambien cuando se está cómodo, nunca piensa que el mundo, sin embargo, se mueve, y no se detiene, y que en algún momento esa comodidad se irá y todo habrá cambiado menos uno mismo, y querrá que las cosas cambien, pero en involución, que vuelvan a ser como eran antes, en lugar de evolucionar con el mundo.

Estoy entrando en la fase final de una etapa de mi vida importante: la universidad. Las cosas son completamente diferentes a como eran al entrar, a como eran después de un año, de dos, tres y voy para cuatro. La transición fue difícil, pero creo que ya estoy por completo adaptado al nuevo orden y no dispuesto a quedarme de nuevo. A partir de ahora el cambio será constante y rápido...

Justo ayer que le saqué foto a la botella cuando salía de mi casa, en la tarde ya no estaba. Seguramente alguien me vio sacándole foto y se dio cuenta de lo patético que era que la botella siguiera ahí, pero fue hasta que se hizo evidente que ahí estaba que alguien se ocupó de cambiar las cosas, como sucede en todas las situaciones a pequeña y gran escala.

jueves, 15 de julio de 2010

7 años de mala suerte

Nunca rompan un espejo, se los digo por experiencia...

El pasado martes me desperté medio raro, pero pues así me despierto siempre, así que no le di mucha importancia y me preparé para ir al gimnasio. Me tardé de más escogiendo una playera que no me importara sudar, comí un cereal y me fui.

Nunca me he sentido a gusto en los gimnasios; son como una secundaria gringa: Están los populares, los tetos, los de bajo perfil, los nerds, las chicas lindas y los wannabes. Los populares son los instructores y la gente que los rodea. Viven para ejercitarse, por lo que tienen cuerpos de streeper de bar barato, y están todo el día en el gimasio "pasándola bien". Los tetos son los primerizos que se la pasan detrás de los instructores preguntándoles cada ejercicio que deben realizar, y se sienten vulnerables por saberse inexpertos (hey! yo fui teto!). Los de bajo perfil son los que llegan, hacen su rutina y se van, todo sin establecer ningún tipo de contacto social. Los nerds son los avanzados, los que de verdad se interesan por ejercitarse y lucir bien, pero sin llegar a ser popular; sólo establecen relación con otros nerds o acompañantes, igual que el popular sólo establece relación con otros pupulares. Las chicas lindas no necesitan descripción, sólo son chicas lindas, y está bien que lo sean. Los wannabes son el grupo más grande. Ahí se encuentran las señoras que van a los aeróbicos, los tetos en esencia pero que no piden ayuda al instructor, sino que se sienten sus iguales, entre otros bichos raros de gimnasio. Yo elegí ser de bajo perfil, precisamente por la incomodidad que me producen los gimnasios.

En estos lugares se establece una especie de conexión entre los presentes. Todos están ahí para ejercitarse, cualquiera que sea la razón por la que lo hagan. Todos sudan, se esfuerzan, sufren, beben agua en botellitas de Ciel o Bonafont, todos saben más o menos lo que hace el otro, hay una "hermandad" del físico, y hay quienes lo comparten más que otros. Eso es lo que me incomoda de los gimnasios, ese ambiente de cierta camaradería producto de un interés por músculos grandes. No soportaría hacer un amigo en el gimnasio porque probablemente lo único que nos uniría sería eso. Es por eso que elegí el bajo perfil.

Ese día en el gimnasio llegué y me subí a la bicicleta pa calentar. El espacio es reducido, así que para pasar a una bicicleta que sirviera, tuve que saltar como tres. Es divertido calentar mientras está la clase de aerobics o spin enfrente. La música es bien cliché de gym, electrónica movidona, de esos éxitos de finales de los 90s y principios del 2000, o de plano algo de reggaeton o David Guetta porque es lo de hoy. El punto es que todas las doñas y una que otra chava linda se coordinan bien chido. Siempre me han gustado las coreografías, tal vez porque yo no podría hacerlo, pero me gusta el hecho de la coordinación con ritmo y cierta cadencia.

Bajé de la bicicleta. Ese día me tocaba trabajar la espalda, y los aparatos para eso están inmediatamente a un lado de las bicicletas. Hice remos, y luego me iba a disponer a hacer jale de barra en polea, pero el aparato comprado en 1987 no tenía la barra que yo quería, y estuve buscando una barra con ganchito (porque la del cable no tenía ganchito). Estuve revisando varias barras y coloqué una de ellas en un rinconcito al lado de un espejo. Encontré por fin una barra con ganchito y se la puse al cable. Segundos después sucedió: la barra que había colocado hacía unos momentos resbaló y golpeó el espejo, el cual se rompió casi en tiempos, como si obedeciera las leyes del aerobics. Se estrelló; se cuarteó. Lluvia plateada y estruendo captatenciones. Casi lo disfruté; ese instinto de destrucción que todos llevamos dentro salió un poco en ese momento, sólo inhibido por el hecho de saberme responsable.

Todavía no estoy seguro de cuánto costará, es lo único que me preocupa.

Por cierto, era martes 13, y uno de los populares que recogió los muchos espejos se cortó escandalosamente (aunque no gravemente) la mano.

FML...

sábado, 23 de enero de 2010

Into the Wild: el ideal de mi vida...

Mi hermano descargó una película de la cual hasta hoy no había siquiera escuchado de ella: Into the Wild, publicada en 2007. No sé si estuvo en las salas de cine de México ni con qué nombre se distribuyó, pero sí debo decir que me hubiera gustado verla en la pantalla grande. El guión es de Sean Penn, y es la adaptación de una historia real.

Christopher McCandless es un tipo que cansado de los problemas entre sus padres (a quienes califica de hipócritas) y de llevar una vida aparentemente perfecta, decide irse a viajar él solo sin siquiera avisar a alguien más que a su hermana, quien tampoco supo a dónde iba. Se remarca bastante el hecho de que Christopher ha sido influenciado por las novelas que lee, y una cita de Lord Byron al principio de la película hace pensar que son novelas románticas, lo cual encaja perfectamente con su comportamiento y manera de pensar. Recordemos que Lord Byron fue un viajante incansable y que se enroló en el ejército británico para las campañas de independencia de Grecia y las revoluciones italianas; un idealista y activista que brindó una de las mejores obras poéticas en inglés. Christopher se va para librar la lucha por su independencia personal, el encuentro consigo mismo, liberarse del mundo materialista y abrumador, algo así como una mezcla entre Werther y Emma Bovary (en el sentido de buscar el ideal romántico).

Christopher se cambia el nombre por el de Alexander Supertramp, y se relaciona con muchísima gente a lo largo de si viaje con destino en Alaska. Toda esta gente le parece más real que su propia familia. Sin conocerse en un principio, le brindan cariño y apoyo. Como parte de la adaptación de la historia, se divide su viaje en un proceso de vida: nacimiento, adolescencia, adultez, familia y adquisición de la sabiduria. Esto supone que Christopher a iniciado una "nueva vida", un proceso de maduración en el momento en que inició su viaje, a la vez que cambia la vida de cada persona con la que tiene contacto. Sin embargo, su determinación de llegar a Alaska va más allá de cualquier lazo fuerte que pudiera establecer (según él, la felicidad no debe depender de las relaciones interpersonales, o al menos eso pensaba) y no paró hasta llegar. Estando allá encontró una combi Volkswagen en la que se instala durante toda su estancia. En Alaska, en completa soledad, pasa el invierno y tiene oportunidad de reflexionarlo todo. Lleva un diario de todo lo que le pasa, y al parecer, no le fue tan mal en un principio. Al menos en la película, Christopher tiene un momento de revelación en que las cosas toman mayor sentido, y es cuando decide regresar. Por otro lado, no contaba con que el invierno ya había pasado, la nieve se descongeló y que un río que cuando llegó era un canal ahora corría con una fuerza que le imposibilitaba cruzarlo. Las cosas empeoraron y comenzó un proceso de degradación del cual no saldría con vida. Al final se da cuenta que esa felicidad real que buscaba no puede vivirse en soledad.

Supongo que no soy el único que logra identificarse con esta persona (los idealistas abundamos en el mundo) pero sí son pocos los que se aventuran a conseguir la vida que quieren. Dejar el mundo atrás no es fácil, sobre todo cuando no hay una motivación fuerte. Yo ya hace mucho tenía en mente un viaje de este tipo, un viaje por toda Latinoamérica, no con el fin de escapar, pero sí con el propósito de encontrarme a mí mismo, encontrar el mundo y encontrarme en él, identificarme en ese plano mayor de la realidad fuera del medio en que me he desenvuelto toda mi vida, conocer otra gente y otra forma de pensar que a la vez, pienso yo, va en el mismo sentido que la de nuestra por compartir ciertos aspectos culturales. Un viaje de este tipo marca la vida para siempre, y estoy convencido de que no quiero una vida común.

Por el momento, puedo comenzar mi viaje en pequeña escala, simplemente haciendo cosas diferentes, que me llenen, y compartirlas con la gente que quiero. Esta película y Revolutionary Road son para mí algunos recordatorios de lo que quiero y no debo olvidarme nunca.

Como siempre, acá les dejo el trailer...


martes, 12 de enero de 2010

Heineken compra a FEMSA Cerveza



Grupo FEMSA (Fomento Económico Mexicano S.A.) está(ba) formado por tres importantes empresas: Coca-Cola FEMSA (principal franquicia embotelladora y distribuidora de los productos Coca-Cola en América Latina, la segunda del mundo), FEMSA Comercio (Tiendas Oxxo), y FEMSA Cerveza (Cervecera Cuahutémoc, con marcas como Carta Blanca, Sol, Indio, XX Lager, Tecate, etc.). Ayer lunes 11 de enero fue anunciada la adquisición de FEMSA Cerveza por la compañía holandesa Heineken. Esta transacción (dicen) posicionará mejor en el mundo a los productos de Cervecera Cuahutémoc. El comunicado de prensa publicado en el sitio web de la compañía dice:
Fomento Económico Mexicano, S.A.B. de C.V. (“FEMSA”) (BMV: FEMSAUBD; NYSE: FMX), la compañía mas grande de bebidas en Latinoamérica, comunicó hoy que su Consejo de Administración aprobó unánimemente un acuerdo definitivo para realizar una operación estratégica con Heineken, al transformar las operaciones de FEMSA Cerveza en una participación económica del 20% de Heineken (HEIA.NA; HEIN.AS; HEIO.NA; HEIO.AS), uno de los cerveceros líderes en el mundo. El acuerdo establece que FEMSA recibirá 43,018,320 acciones de Heineken Holding N.V. y 72,182,201 acciones de Heineken N.V., de las cuales 29,172,502 acciones serán asignadas mediante un instrumento de entrega programada. Se espera que las acciones asignadas sean adquiridas por Heineken en el mercado secundario y sean entregadas a FEMSA durante un periodo que no exceda cinco años. Heineken también asumirá US$ 2,100 millones de deuda incluyendo obligaciones no fondeadas del plan de pensiones de FEMSA Cerveza. La transacción total está valuada en aproximadamente US$ 7,347 millones, basada en un precio de cierre del 8 de enero de 2010 de € 32.92 para Heineken N.V. y .€ 29.38 para Heineken Holding N.V., incluyendo la deuda asumida. José Antonio Fernández Carbajal, Presidente del Consejo de Administración y Director General de FEMSA formará parte del Consejo de Administración de Heineken N.V. como Vicepresidente. El Sr. Fernández además fungirá como Presidente del recientemente formado Comité de las Américas y será miembro del Consejo de Administración de Heineken Holding N.V. Otro integrante de la administración de FEMSA formará parte del Consejo de Administración de Heineken N.V.
Así, por 7,347 millones de dólares, una vez más en México, se vende una de las compañías con más tradición e historia en el país, y de la que mayores beneficios ha dejado en general tanto por ser una de las principales empresas en México y con mayor presencia en el mundo, como por su firme filosofía en cuanto a que lo más importante es el capital humano y luego el económico. Cervecera Cuahutémoc es ahora una pantalla de orgullo nacional, tal como Banamex o Aurrerá.

jueves, 31 de diciembre de 2009

En vísperas del año 2010, ¿qué pasaba en 1999?

Hoy en la mañana me percaté que era 31 de diciembre y que hoy terminaría el conteo de las mejores canciones de la década de RMX, una excelente estación de radio. Esto me hizo pensar en que hace 10 años era 1999 y todos estaban verdaderamente emocionados por la llegada del nuevo milenio. Todos hablaban sobre eso: que hacían 2000 años que nació Yisus (a.k.a. Jesús de Nazareth), que la llegada del siglo XXI, el nuevo milenio, nuevo siglo, nueva década, nuevo año, nuevo todo. Mucha gente estaba increíble e inexplicablemente aterrorizada porque decía que a la media noche de ese 31 de diciembre-1 de enero se acabaría el mundo (por supuesto sin tomar en cuenta que hay distintas horas en todo el mundo y que no había ni una sola predicción que apoyara dicha teoría), y también se corrió el rumor de que las computadoras no estaban programadas para dar continuidad en el año 2000, por lo que provocarían un colapso mundial en las comunicaciones. Todo pintaba para que el nuevo milenio fuera fenomenal.

En todos lados se dejó sentir la euforia del nuevo milenio: Jennifer López hizo un video (Waiting for tonight) donde llegaba el 2000 con luces de neón y justo en ese momento comenzaba a llover en el bar donde se encontraba bailando; los Backstreet Boys llamaron a su álbum Millenium, Natalia Lafourcade tituló una de sus canciones En el 2000, había videos musicales súper caros con grandes efectos por computadora que hoy se ven malísimos, se prepararon majestuosas fiestas alrededor del mundo para la llegada del nuevo año, vendían lentes y sombreros ridículos con la forma del número 2000,  Tempranito 2000, el diario Milenio, en los programas de televisión hacían capítulos especiales con una fiesta de nuevo año, canciones como El mundo se va a acabar de Molotov y Nostalgia de El Tri (Y es la nostalgia, de fin de siglo, y todo el mundo quisiera el tiempo poder regresar) se oyeron en ese año, productos de supuesta alta tecnología salían al mercado con nombres rimbombantes que incluían el número 2000 para impactar al consumidor y convencerlo que verdaderamente eran vanguardistas e incluso futuristas, la gente se emocionaba cuando al escribir la fecha ponía en el año el número 2000 (era verdaderamente supremo), y un largo etcétera...



Lo mejor eran las espectativas que tenía la gente del 2000 todavía 20 años antes, como autos voladores, viajes en el tiempo, teletransportación, robots sirvientes, viajes interplanetarios, interacción con extraterrestres, armas de láser, ropas metálicas y peinados extravagantes, bandas en el piso que nos evitan caminar, comida mínima, instantánea y exótica. Algunas cosas que sí se imaginaron y están hoy en día son teléfonos digitales y celulares, teléfonos con pantalla donde se pueda ver tu interlocutor, pantallas gigantes y planas, el control de distintas funciones domésticas por medio de un sistema computarizado (pero sin la necesidad de esas computadoras gigantescas) o las comunicaciones rápidas y a grandes distancias. Cosas que se contemplaron y que aún están en desarrollo son la clonación, la inteligencia artificial, viajes interplanetarios, la fusión nuclear, hologramas, la medicina y ciudades exóticas que se adaptan a las nuevas necesidades. Y cosas que la gente nunca se imaginó tienen que ver con el avance en la tecnología de la información y computacional, como grandes efectos especiales que literalmente crean nuevos mundos virtuales o modifican el real de manera virtual, crear un archivo por computadora y materializarlo, o llevar información en un pedazo de plástico, escuchar música con alta fidelidad mientras se camina por la calle, tomar fotografías y almacenarlas inmaterialmente, las redes sociales que permiten interactuar con personas a distancia, computadoras personales, moda, el descubrimiento del genoma humano, etcétera, etcétera, etcétera...

En el 2000 no se acabó el mundo ni hubo colapso computacional pero hubo muchos cambios, buenos y malos que no tienen que ver en nada con el número del año en que vivimos, pero que igual está padre imaginar que el siglo XXI tiene que ver con grandes avances tecnológicos que nos facilitarán más la vida (y sin duda se está logrando). Está por acabarse 2009 en unas horas para dar paso al 2010, una nueva década (no me importa lo que digan los ortodoxos sobre la ausencia de un año 0, es nueva década y punto) que sin duda será de lo mejor (las primeras décadas de los siglos siempre son las mejores...)

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Música: de lo abstracto a lo concreto II.

Para concluir la entrada anterior, quiero hablar de la música que me gusta a partir de lo que expliqué en la primera parte.

La música que me gusta tiene armonía. Los instrumentos, incluida la voz, deben acompañarse, entrar, salir, y unirse todos en un clímax. De esto puedo poner como ejemplo la canción Song for Bob del soundtrack de The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford. La pieza es buenísima, además de que los violines y los cellos me matan. El rock sinfónico es una de las mejores mezclas que se hayan logrado, siempre y cuando se haga bien.

Otra cosa que la música debe tener es fuerza. A lo que me refiero con fuerza es esa capacidad para hacer sentir por medio de la intensidad de los sonidos. Las guitarras eléctricas son ganiales para esto. Canciones como Paranoid Android de Radiohead, que llevan la fuerza en un solo de guitarra (no únicamente, pero a mí es la parte que más me gusta), son simplemente magníficas. Y lo más destacable de esta canción en particular es la conservación de la armonía a pesar de los cambios constantes de ritmos, los subes y bajas, etc. Incluso la pieza mantiene su fuerza en las partes más tranquilas (rain down, rain down, come on rain down on me); en definitiva una de mis canciones favoritas... Y ejemplos hay muchísimos: Fuel de Metallica, Knights of Cydonia de Muse, Nachtschatten de Lacrimosa, Bohemian Rhapsody de Queen, Hey Jude de The Beatles, etc.

En español no hay una canción icónica que reuna todo lo que creo que una excelente canción debe tener más que una: La chispa adecuada de Héroes del Silencio, aunque debo decir que no es de mi total agrado, de hecho no me gusta, sólo está buena para ir a los Lobos en Guanajuato y cantarla con todos, nada más. De ahí en más hay mucha música en español muy buena pero que le falta algo como para llegar a ser icónica o esté completa. Alejandro Fernández como intérprete de música ranchera me gusta mucho, la potencia de su voz y su capacidad interpretativa son muy buenas, pero la música ranchera como género tiende a no ser muy variable. Zoé es un grupo que también me encanta por la armonía musical y variabilidad (hasta antes de Reptileptic), pero le falta fuerza. Para mí, no existe la gran canción en español fuera de la ya mencionada que no me gusta.

Las canciones vienen en álbumes para comercializarse. Lo interesante ha sido la armonización de estos álbumes para que más que un medio de venta de las canciones, fuera todo un producto artístico completo. En mi vida he escuchado pocos álbumes completos, y de lo que he escuchado puedo elegir tres como mis favoritos, que no necesariamente son álbumes icónicos, populares o de gran calidad: Para ti con desprecio de Panda, Memo Rex Commander y el corazón atómico de la Vía Láctea de Zoé, y Nevermind de Nirvana. Estos tres, en primera, son los únicos álbumes de los que me gustan todas las canciones. También creo que, como ya he dicho, mantienen unicidad, es decir, que mantienen temáticas similares, ritmos, sonidos y sonidos constantes sin que llegue a ser repetitivo. Por muchas razones y gustos personales, mi favorito es Para ti con desprecio. Es un disco con mucha fuerza, con mucha armonía al interior de las canciones, se complementan perfectamente entre sí, es variable, y contiene elementos técnicos que me agradan como la multiplicidad de voces y tracks ambientales. Lo que demerita en MUCHO este trabajo son los plagios cometidos y que no son melodías que logren esa "universalidad" (por llamarlo de alguna manera) al concentrarse en una temática emo, más por llegar a un mercado que por sinceridad artística.

Hay muchisísimas otras canciones que me gustan y que tal vez he olvidado o que son muy buenas pero tampoco alcanzan esa excelencia de la que hablo, combinación de fuerza y armonía que se pueden proyectar a una unidad más grande como un álbum.


sábado, 5 de diciembre de 2009

Música: de lo abstracto a lo concreto I

La música para mí es uno de los placeres más grandes que existen, así como el medio de expresión personal por el cual uno transmite sin crear. Leyendo algo para alguna materia, el autor decía que uno de los elementos que configuraban una obra de arte es su capacidad de ser símbolo, es decir, de remitir desde la particularidad de la obra a una experiencia propia del apreciador y a la universalidad. La música para mí tiene esta particularidad: a partir de que uno se identifica con ella, que ya nos ha remitido a nosotros mismos, es entonces que se convierte en nuestra y ya no del compositor o intérprete. Es la música que escuchamos un medio en extremo fuerte para expresar lo que somos, creemos, o simplemente lo que nos gusta. La música que escucho es mía porque me expreso mediante ella aun cuando yo no la creé.

El contexto en que se encierra la música, como el grupo intérprete, el estilo que adopta como imagen, la actitud, el tipo de fans, etc., no son parte de las piezas musicales en sí, sino que las delimitan y les dan un sentido más estricto. Todos los aspectos anteriores forman parte de un marco sociocultural que únicamente proyecta la pieza como un medio de consumo, pero no como obra artística. Es por eso que una canción puede ser pasada de un género a otro y conservar su calidad como obra de arte; su aceptación es cuestión más de gustos y preferencias. ¿Entonces dónde reside la calidad de la pieza?

En una concepción intuitiva y nada técnica, una canción en sí misma es un conjunto de notas en determinado orden que dan un efecto estético determinado. Estas notas ordenadas en cierta escala, dadas por un instrumento, pueden combinarse armónicamente con otras otorgadas por un instrumento diferente, llevando a formar un ritmo (o vairos) y finalmente una melodía. Esta última es la unidad cohesionada que sólo en ese estado y no otro reside el efecto estético. El tipo de ritmo configurado y los instrumentos utilizados permitirán colocar a la canción en un género musical, y de ahí otorgarle todas las demás características socioculturales. El vínculo entre pieza y su contexto es la letra.

Las canciones con letra tienen doble complejidad al tratarse de dos signos amalgamados en uno solo. La letra sin música es un signo en sí misma, al igual que la melodía. Para lograr que una canción con letra tenga un efecto específico, es necesario que ambos signos sean congruentes. La voz es el instrumento por el cual se introduce la letra a la canción, pero ésta tiene que ver más con el tipo de instrumentos que la acompañan que con la letra, siendo el conjunto melódico el que determina el tipo de letra que debe acompañarla o no al revés.

Conforme a esto, se entiende que hay una subordinación de la letra a la melodía como unidad. Lo ideal es lograr un equilibro entre lo que dice la letra y el tipo de melodía. Cuando la letra juega un papel prioritario sobre la melodía, entonces deja de ser una pieza de arte al transformarse en un utensilio. La calidad musical no se aprecia desde el género o el estilo (características superficiales de la pieza), sino desde el efecto estético dado por la unidad melódica, que bien puede gustar o no sin dejar de apreciarse su excelencia o deficiencia.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Hey Jude, don't let me down...

Ayer, mientras platicaba con mis amigos, me di cuenta de cuánto ha cambiado mi vida durante el último año, culminando todo esta última semana. Si he de decir la verdad, me arrepiento de muy poco de lo que he hecho a pesar de que he aprendido muchísimo de esos errores. He madurado, crecido, transformado mi pensamiento, y cada día veo más claro lo que quiero de mi vida.

Volteando hacia el pasado, me doy cuenta de todo lo que he vivido y me parece que ha sido una eternidad. Toda mi vida, mi única experiencia es todo lo que sé, lo aprendido y lo vivido, y lo aprendido a través de lo vivido por otras personas. Y vivido se ha repetido tres veces en tan sólo tres renglones. Porque eso es de lo que he tomado conciencia más que nunca, de lo que es vivir, que en pocas palabras, lo es todo. Si yo no vivo, no hay nada. ¿Han experimentado esa sensación de la nada? ¿Pensando en la nada, lo que sería ser nada, tratar de desapegarse de la existencia únicamente imaginándolo? Es casi imposible, uno se puede desapegar de uno mismo pero se traslada inmediatamente a la existencia de cualquier otro tipo, sin embargo, un pequeño lapso, el que separa ambas existencias, es la experiencia más cercana que se puede tener de la nada.

En el último año me he establecido metas en las cuales ya estoy trabajando por cumplir, he tenido novia, ya no la tengo, siento a mis amigos (a todos) más cercanos a mí que nunca. He reencontrado gente. La gente se recicla. El eterno retorno. La gente cambia y no cambia, es la misma, la que uno siempre supo que llegaría a ser, pero en otro tiempo, por lo tanto, diferente. Me siento feliz, tranquilo. I’m so happy cuz today I saw my friends… Ayer yo aprendí que todo el mundo es tan sólo hasta el fin… Quiero hacer cosas, algo grande, algo de lo que me sienta orgulloso el resto de mi vida, no algo, algos, muchos, entregarme. Quiero viajar, aquí allá viajaré. Conoceré gente, la estimaré, la amaré, y seguiré queriendo a la gente que ya está aquí, en presente eterno donde todo se concentra, y cuando vuelva yo seré feliz. Sexo, alcohol y tabaco, conocerlos sin dejarse dominar. Vivir en este mundo sin pertenecer a él. Trascender, aquí y en todos. Trabajar, hacer lo que me gusta. La responsabilidad otorga libertad cuando se ama aquello de lo que se es responsable. Amistad, familia, amor, Destino. Vida. Si la esperanza de vida del sexo masculino es de 73 años, y yo tengo 21, quiere decir que he vivido un 28.76%. La eternidad es igual a 28.76%. Moriré cuando deba morir, mientras tanto, está todo…

martes, 14 de julio de 2009

Transporte público colectivo

Ya que borré mi cuenta en MySpace (en realidad no, MySpace lo impide, pero igual borré todo), pude recordar que tenía unos cuantos posts ahí, así que decidí guardar unos que me gustaron para publicarlos acá, pero con unos pequeños cambios (sólo autocensura, en estos momentos no me siento tan irreverente). Este post en particular lo escribí el 2 de agosto de 2007 refiriéndome al transporte público celayense, pero ahora que he tenido la experiencia de usar el de otras ciudades, veo que no hay mucha diferencia, y no ha mejorado nada...

El curso de tu día puede dar un giro inesperado en tan sólo unos minutos, unos minutos viajando en transporte público colectivo. Este campo de medios de transporte abarca desde las diminutas combis hasta los grandes camiones de dos pisos o el metro, que para el caso es lo mismo. Sea como sea, siempre es el mismo proceso para realizar uno d estos viajes, pero pocas veces son las que sales satisfecho del servicio que acabas de obtener.

Primero tienes que caminar hasta el lugar donde la ruta del transporte pasa más cerca. Ten en cuenta que siempre va a hacer sol, y si no estará lloviendo o a punto de. En cuanto llegas al lugar exacto te das cuenta de que el camión que normalmente tomas acaba de pasar, por lo que tendrás que esperarlo como mínimo 10 minutos. Para esto tú ya llevabas el tiempo medido, lo que representa que con esperar 10 minutos al camión tendrás ya un retraso. Además siempre eliges la hora en que el transporte público es más usado, así que cuando pase el próximo camión que te lleve a tu destino podrán pasar dos cosas: 1) No se parará, lo cuál de por sí terminará de [piii, CENSURA]=fastidiarte con la irritación ya acumulada por el calor que hace bajo el sol; o 2) Se para, pero el chofer es tan insensato que te toca ir parado en uno de los escalones de la entrada al camión, y la puerta trata de cerrarse sobre ti por lo menos una vez, ¡¡¡y además el chofer se enoja por esto porque lo pueden multar!!!, así que exige a gritos a la gente que se recorran más. [El siguiente comentario es elitista y grosero] (Tal vez si el chofer hubiera cursado la secundaria sabría que una de las leyes fundamentales de la física es que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo.)

En fin, por lo menos ya vas arriba, pero como vas parado, y MUY apretado, tienes que cuidarte de no dar arrimones a la gente, y lo más importante, que no te los den a ti. Como es evidente, el camión va lleno de la mayoría de los alumnos de la secundaria oficial no. 27, que tuvieron clase de deportes hace 30 minutos, y si no, se echaron una cascarita de "fucho", por lo que todos van sudando y maloliendo, además de que son ellos los culpables de que la mayoría del camión esté ocupada pues llevan una mochila inmensa que no se quitan de la espalda, así que ocupan dos lugares en vez de uno. Entonces, vas parado, apretado, acalorado, sarandeado por la mala educación vial del chofer, y como resultado de todo lo anterior: [piii, CENSURA]=muy enojado. Además tienes que lidiar con las bajadas, ya que la señora con cuatro hijos que va hasta adelante decide bajar por atrás, entonces todos tienen que hacer un pequeño espacio (pequeño realmente) para que pase la señora con los cuatro niños que llevan cuatro inmensas mochilas, y si por lo menos pensabas que con la bajada anterior se iba a hacer un poco más de espacio, ¡TE EQUIVOCAS! 10 personas más en la misma parada tratarán de subir y acomodarse donde acaban de desocupar el lugar sólo 5 personas.

Por fin ves tu parada, por lo que te alegras y haces lo posible por anunciar tu bajada con el timbre. Tu esfuerzo será en vano, pues hay tres escenarios diferentes pero igual de desepcionantes: 1) Debido a la masa de gente dentro del camión, no te mueves rápido y no alcanzas a presionar el botón del timbre a tiempo, por lo que se pasa tu parada y tienes que gritar ¡BAJAN! y el chofer te dejará dos cuadras más allá; 2) Te avispas y te paras desde antes para tocar el timbre, pero cuando lo haces te das cuenta de que no suena, y en lugar de gritar inmediatamente ¡BAJAN!, sigues apretando el botón hasta que se te pasa la parada y entonces gritas ¡BAJAN! y el chofer te dejará dos cuadras más allá; 3) Te avispas y te paras desde antes para tocar el timbre, pero cuando lo haces te das cuenta de que el chofer te ignora, así que dejas el dedo pegado al timbre para que no deje de sonar y el chofer te grite ¡YA TE OÍ! y de todos modos te deje dos cuadras más allá.

Así que bajas acalorado, sudando, apestando, con la moral baja, irritado, con ningún glamour ni signo de felicidad, [piii, DOBLE CENSURA]=fastidiado, muy enojado etc... Pero no te desgastes todavía, porque aún te falta caminar bajo el sol o la lluvia unas cuantas calles.

Algunas varianes (no muy variantes) son que, por ejemplo, si esperas el camión de noche, lo más probable es que no pase o que se tarde el doble del tiempo en pasar, aunque no irá tan lleno (o igual y sí). En el metro la única ventaja es que es más rápido y las paradas son automáticas, pero puede que no alcances a subirte o a bajarte donde debes. Si es taxi te cobran más de lo que esperabas o no pasa ninguno, o el chofer trata de hacerte plática e incluso se llega a desahogar contigo de todos sus traumas y frustraciones por las q acabó siendo taxista.

En fin, esto es el transporte público colectivo...

miércoles, 20 de mayo de 2009

Hoy hay cielo nublado...

Salí de clase de francés y me encontré con una ráfaga de viento. Mientras esperaba el camión pensé que es mayo y hace frío. El clima ha estado nefasto. Uno tiene que salir en la mañana con chamarra porque de la nada hace frío! Yo había traído ropa para calor esta semana, pero el lunes amaneció como si estuviéramos en octubre, con muchísimo aire frío y todo nublado.

Hace tiempo ya que descarté el frío por el calor. Ya de todos es conocida mi anécdota de cuando fui a los azufres en Michoacán y pasé el peor frío de mi vida, rodeado de bosque y granizo, con las casas de campaña húmedas y la leña mojada quitándonos la posibilidad de hacer una fogata. Desde entonces, adoro el calor. A pesar de que me gusta más la ropa de invierno, el clima cálido le permite a uno andar con menos ropa encima. Uno anda con más libertad y no tiene tullidos los miembros por el frío. Por otro lado, el calor me aumenta mi flojera al 314% y a mucha gente la pone de mal humor, a mí no tanto.

Además, tengo una teoría: A la mayoría de las personas que dicen gustarles el frío, les gusta el calor en realidad. Explico: Muchas de las personas dicen que les gusta el frío porque cuando se cobijan sienten muy rico, cómo las cobijas o chamarras se van calentando poco a poco... Error. Eso significaría que les gusta el calor que sienten al cubrirse del frío que están despreciando al cobijarse. Lo mismo sucedería al contrario con las personas que dicen gustarles el calor porque pueden refrescarse. Si te gusta el frío es porque te gusta sentir frío. Yo puedo decir que sólo prefiero el calor, ya que tampoco me gusta sentir el calor, pero lo prefiero a sentir frío.

Por lo tanto, sólo espero que el calor vuelva pronto y este clima nublado-frío-airoso-sin-lluvia se quite, o siquiera que llueva bien, eso sí estarí bien...

lunes, 20 de abril de 2009

El arte y los espacios públicos

Edificio Lotería Nacional intervenido
El arte llevado a los espacios públicos no es raro, incluso es a veces imperceptible. Podemos ver en la mayoría de las ciudades expresiones artísticas de distintos tipos, siendo los más comunes la arquitectura y la escultura, pero se puede llegar a encontrar incluso pintura o literatura. Y por supuesto que esto es intervención artística: forma parte de la vida diaria, pasamos todos los días junto a todos estos monumentos que llegan a simbolizar una ciudad o incluso un país, lo que significaría que el arte puede llegar a formar parte de nuestra identidad vinculada a los sitios en que nos desenvolvemos.

Actualmente uno de los mayores exponentes en masificación del arte es la publicidad. Vemos que muchas empresas de mercadotecnia se han dedicado a realizar verdaderas campañas artísticas para la promoción de productos, y como publicidad, está situada en los puntos públicos más visibles. Es precisamente éste el punto de situar el arte en los espacios públicos: que sea visto por la mayor cantidad de gente posible. La razón por la que se deseara que mucha gente viera este arte es para propagar una idea. Y es precisamente aquí donde radica el problema: ¿Cuáles son las ideas que tienen derecho de situarse al alcance de todo el público por medio del arte? ¿Cualquier ideología es adecuada para ser masificada?

Y luego viene la unión arte-política. Está el hecho ya mencionado de si es válido propagar cualquier ideología política por medio del arte, pero además, ¿le será permitida la propagación a ideologías políticas contrarias a la ideología situada en el poder? ¿El arte en sitios públicos será respetado en caso de que represente a solamente la ideología de una minoría? La intervención artística es problema cuando daña de alguna manera la sensibilidad del público al que está expuesto.

¿Ha habido eventos que logren la vinculación pacífica y efectiva entre el arte político y su intervención en espacios públicos? Tenemos el caso en México de la corriente muralista de liderada por Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros. El arte llevado a las calles tenía la intención de educar a las masas y tuvo un impacto positivo. Sin embargo, no hay que olvidar que la ideología política de los muralistas no estaba muy alejada de la del gobierno mexicano de esa época. Sin embargo, es precisamente esa la manera de lograr una efectividad en las intervenciones artístico-políticas: Que la gente se sienta identificada con el arte, y que las ideas propuestas tengan una justificación coherente para las personas de manera que, en caso de que haya un choque cultural o ideológico, pueda ser aceptado y analizado por ellas.




Respuesta a la discución Arte y espacios públicos.


UPDATE: Para ver una versión actualizada, ampliada y mejorada de este artículo, visitar esta liga: Espacios públicos en la Revista Dime.

jueves, 16 de abril de 2009

Algunas de Platón

Uno de los filósofos más influyentes de la Historia reflexiona así:

El pedante...

Querefón.- ¿Qué le preguntaré?
Sócrates.- Lo que él es.
Querefón.- ¿Qué quieres decir?
Sócrates.- Por ejemplo: si su oficio consistiera en hacer zapatos, te respondería que es zapatero; ¿comprendes mi pensamiento?
Bromance...
Sócrates.- Muy bien, querido mío; continúa como has comenzado, y estate alerta, no sea que la vergüenza se apodere de ti. Y también es precioso, por mi
parte, que no me ruborice. [...]
Callicles.- ¡Qué absurdos dices, Sócrates, y qué hablador eres!
Sócrates.- Pues así impuse silencio e hice ruborizar a Polo y a Gorgias. Tú, a fe que no hay miedo de que te acobardes ni te ruborices, porque eres demasiado valiente; [...]
¿...?
Sócrates.- ¿Bastará que experimente sólo comezón en la cabeza? ¿O es preciso que la sienta en alguna otra parte?
Nihilismo...
Sócrates.- Cuando Pericles comenzó a hablar en público, ¿los atenienses eran más malos que cuando les arengó la última vez?
Callicles.- Quizá.
Sócrates.- No hay que decir quizá, amigo mío; esto es consecuencia necesaria de las
premisas admitidas, si es cierto que Pericles fue un buen ciudadano.
Callicles.- ¡Y bien! ¿Qué significa eso?
Sócrates.- Nada. [...]




Diálogo Gorgias o De la retórica.

martes, 14 de abril de 2009

Identidad por propiedad

Hace algún tiempo me di cuenta que siempre he considerado las cosas de mi uso personal como únicamente mías, es decir, sin la posibilidad de que alguien más en el mundo, sea quien sea, pueda usarlas. Esto me pasa sobre todo con la ropa o accesorios que utilizo. No presumo de un estilo propio porque no lo tengo, pero trato de que la ropa que uso sea fácilmente identificable como mía, al igual que cualquier cadena o pulsera que llegue a usar. Tolero el hecho de que mi hermano use de vez en cuando mi ropa únicamente porque yo uso de vez en cuando la suya (y sólo la que se ajusta al tipo de ropa que normalmente uso), pero aún así queda esa sensación de inconformidad por el hecho de que él sí use cualquier prenda mía.

Algo similar pasó la semana pasada cuando por accidente mis padres perdieron una cadena que acababa de adquirir hace un tiempo. Era una cadena de poco valor pero que a mí me gustaba mucho, que era poco común, pero sobre todo, que la cruz que colgaba de ella tenía un significado muy grande para mí, más que sentimental o ideológico, era de pertenencia. El hecho de pensar que alguien la haya encontrado, y sobre todo, la esté usando en este momento, me incomoda muchísimo.

Considero mis cosas como extensiones de mi persona, son parte de mi. También por eso me es difícil desprenderme de cualquiera de ellas. Por ejemplo, que alguien me pida que le regale un objeto mío, aunque de verdad quiera dárselo, me cuesta mucho trabajo desprenderme de él. Y es que veo a gente que se desprende tan fácil de sus cosas para dárselas a alguien más porque quiere que ese alguien las tenga; yo no puedo hacer eso. Estoy seguro de que no es taquañería o envidia, ya que puedo incluso comprar con mi dinero un objeto igual para regalarlo, pero no soy capaz de dar el objeto que ya he usado, el mío.

Es... simplemente es.. eso...

viernes, 14 de noviembre de 2008

Orion above me

Ain’t nothing more beautiful than a city in darkness. Walking down a street involved in the blackness of the night, and the only light, pretty enough, is the one from the moon, that silvered moon light. Black and white, fine lines crossing through the space, and I look up at the sky and see Orion, those wonderful stars conforming the only constellation I ever perfectly known, the most perfect, the one I most like.

There are just too few things which can be compared with the sensation of walking a city in totally gloom. A pesar de ser jueves, Guanajuato está dormida, respira tranquila en mi cara, siento su frío cobijar mi piel mientras yo la admiro en soledad. People admires her too, but they’re not there for me, and I’m not there for them, cause this city offers herself to us in different ways. Los callejones que piso en blanco con penumbra alrededor que emana silencio, el cual se rompe de repente por el llanto de un banco que se resiste a bajar la guardia. Av. Juarez nunca estuvo tan vacía para mí, and I stop in front of Reforma to look up at the sky again, but this time better, calmer, happier… Et then je pense about toi, in what je must fait, mais je n’ai pas à le faire, quiero hacerlo… Looks bigger, it's bigger, always bigger this season; more lightful, colorful, closer... La première fois qui je le sens part du monde, mon monde... Guanajuato was part of all that infinity que moi, avec elle, were part of.

Pocas cosas se comparan a recorrer una ciudad en oscuro silencio, el abismo...

martes, 21 de octubre de 2008

Otredad

ValencianaNo toda la gente se puede dar el lujo de alguna vez ir a la sierra. Va, se divierte, come, ríe y se va, se va otra vez, regresa, viene, depende de dónde se diga que se va o se viene. La tarde cae cuando los lobos están a punto de salir en búsqueda de un buen lugar para compartirse. La vida es así, se comparte, aunque no se desee así, se tiene que compartir, por lo tanto, la vida no es propia, es de todos y de nadie, yo me entrego a la gente y ella se entrega a mí por el simple hecho de conocernos. Por eso uno se divierte, come, ríe y se va a causa de los demás, se va otra vez, regresa y viene, todo dependiendo donde se encuentren los demás.

Escuchando y cantando a todo volumen Los dioses ocultos de Caifanes, el viento en la cara, el olor a estiércol, el paisaje natural, unas cuantas personas... Estoy conmigo, pero incluso cuando estoy solo, al estar conmigo mismo me desdoblo para ser alguien más fuera de mí, alguien con quien puedo estar...

domingo, 14 de septiembre de 2008

Time is running out..


El otro día, ahh pues en la semana en que publiqué el pasado post, estaba pensando en el tiempo y lo relativo (o absoluto) que es el presente. Llamamos presente a un momento alrededor de lo que pasamos en este momento, pero incluso la expresión "este momento" es tan imprecisa como el presente. En un análisis detallado, me di cuenta de la posibilidad de que el presente no exista, o sea tan sólo un momento de un segundo o menos, por las siguientes razones:

1.- El momento "presente" deja de ser presente desde el mismo momento en que puedo recordarlo, lo cual puede suceder apenas un instante después de haberlo concebido o pensado. En otras palabras y ejemplificando, en el mismo momento en que estoy escribiendo esto, para cuando estoy acabando de escribirlo ya puedo recordar la última palabra que he escrito, por lo que ya no es presente, sino pasado.

2.- Debido a que el futuro existe sólo hasta un instante antes de que lo realice, quiere decir que el presente no puede extenderse más allá del mismo momento en el que estoy realizando una acción.

Por lo tanto, el presente es sólo un instante entre ese pasado y futuro inmediatos, esa pequeña partícula de tiempo que los separa.

Ahora, ya que las mediciones son convencionales y relativas, la medición de ese instante presente es imposible, ya que puede reducirse a un momento tan pequeño que sea imperceptible para la conciencia del ser humano. Además, no estamos seguros de que todas las mentes humanas trabajen a la misma velocidad (de hecho no lo hacen) por lo que la percepción del tiempo presente puede ser más lenta o rápida según la velocidad de los procesos cognitivos de cada persona, y siguiendo la Teoría de la Relatividad de Einstein, algunas mentes podrían encontrarse en el futuro o en el pasado desde una cierta mente referencial.

Tomando en cuenta lo anterior, se abren dos posibilidades: a)Que la realidad sea inexistente o inventada por nuestra mente; b)que la realidad exista, sea una sola, pero el ser humano es capaz de percibirla y modificarla a su antojo desde su casi inconciente momento presente relativo a su casi única velocidad de procesamiento cognitivo.

Si la opción A es la correcta, quiere decir que los seres humanos somos ezquisofrénicos naturales, o yo lo soy, y simplemente todo lo que desde mi que creo que es real no lo es, o más bien sí lo es, pero es creación mía, lo que quiere decir que escribo este blog para personas que existen desde mi creación, que vivo en un mundo de mi propia creación y que lo ignoro, que yo creo el mundo de manera inconciente, es decir, que de alguna manera soy Dios... Creo (y espero) que esta opción no es la correcta, pero nunca voy a poder estar 100% seguro de que no sea así.

Si la opción B es la correcta, (y creo que lo es) quiere decir que existe una realidad ajena a mí pero de la que formo parte, por lo que soy parte de la creación de alguien más junto con todo lo que me rodea. Sin embargo, debido a que mi percepción de la realidad se basa en mis sentidos y depende de un diminuto instante, además de mi velocidad de procesamiento mental, mi forma de vivir y ver la vida puede ser la única en el mundo. Por suerte, el ser humano es capaz de pensar las cosas antes de tomar acciones en la realidad externa a su mente, por lo que el tiempo presente pasaría por la mente de las personas primero y después se tomarían acciones en ese mismo presente pero en base a los pensamientos que ahora son pasado, y entonces es únicamente en el pasado donde podemos estar casi seguros de que las acciones que hemos tomado o que hemos presenciado han sido presenciadas por otras conciencias, y por lo tanto, han sido reales (pero ya no lo son). De aquí se puede desprender una posibilidad B-2, en que el ser humano esté condenado a vivir en su pasado, pues es lo único de lo que tiene certeza.

En mi conclusión, el presente es sólo un instante que vivimos de manera casi inconciente y que es relativa la forma en que se percibe de persona a persona, por lo que cada ser humano tiene una diferente percepción de una única realidad común a todos, y que por lo tanto es capaz de manipularla y vivirla de manera muy diferente al resto de la humanidad, la cual está condenada a vivir en base a su pasado porque no es conciente de lo que hace hasta que está hecho.

Creo que todo esto ya lo sabíamos, pero al menos es la manera en que yo me lo he explicado al fin...

martes, 8 de julio de 2008

¡Mi papá es Fox, Presidente de México!

De un tiempo para acá me he puesto a pensar que realmente es fácil manejar a la gente, y no me refiero a mí manipulando la mente de alguien (que sí lo he hecho), sino al real control en masa. He visto, por ejemplo, que la gente es católica por tradición más que por convicción (lo que me recuerda a un poemínimo de Efraín Huerta), la gente cree que la democracia es la neta, que libertad de expresión es tener la posibilidad de decir cualquier pendejada frente a un micrófono, o al contrario, dar por hecho y por verdad cualquier estupidez que digan en la televisión.

Así, tenemos una masa homogenea llamada mexicanos que va a misa todos los domingos sin preguntarse siquiera por qué lo hace, o si tomó en cuenta, al menos por curiosidad, alguna otra religión, la comparó con el catolicismo, vio los pros y los contras, y terminó siendo católico porque le convenció de ser la más cool de todas. También tenemos mexicanos que luchan por la democracia cuando no tienen ni puta idea de lo que están hablando. ¿Democracia? ¡A cabrón! ¿Pos qué chingaos es eso tú? Igual la gente que piensa que los diputados les están robando su liberta' de expresión porque así lo dice Javier Alatorre.

Jaja, a estas alturas del escrito ya estoy bastante molesto, simplemente pienso que la gente debería cuestionar de vez en cuando todo eso que nunca ha cuestionado antes. ¿A poco no sería genial una monarquía socialista? (aunque suene castrista) Jaja, a mí me gustaría ser el Duque de Zalaya, e ir a las fiestas a bailar con duquesas como todo un dandi, pero fregándome la vida trabajando igual que cualquier otro indivíduo partícipe de esa monarquía socialista, el título sólo sería por diversión, no sé, por haber hecho algo importante por la sociedad en general, algo así.

En fin, ya me voy a comer, luego sigo divagando..