Hace unas semanas me llevé la grata sorpresa de que Sergio, un amigo de la secundaria, me contactó por Facebook y me comentó que le gustaría que nos viéramos para salir a tomar unas cervezas o algo así. La idea me pareció buena, y recordé que ya hacían casi dos años Mauricio, otro amigo, me había dicho lo mismo, y más o menos hace un año pasó con Óscar. Fue cuando se nos ocurrió que podríamos avisarles a todos nuestros excompañeros de grupo en secundaria. Mandé unos mails y pedí que corrieran la voz (lo cual no funcionó del todo bien); quedamos de vernos ayer en Alai (un bar aquí en Celaya) a las 8:00pm.
Finalmente casi nadie llegó si esperábamos que fuera todo el grupo de cuarenta y tantas personas que éramos. Cuando llegué con Sergio y Óscar, ya estaban ahí Sara, Mauricio y Álvaro. Luego llegaron Maritza, Miriam y Ramón, cada quién por su parte. De verdad sentí un gusto muy grande al ver a algunos de mis excompañeros y recordar muchos buenos momentos, así como ponernos al corriente de nuestras vidas. Que Álvaro ya se casó y tiene una niña, igual Fernanda (alias la Niurka). Que Mauricio no quiere volver a Puebla y que entrará a la Universidad el próximo semestre. Ramón y Sara ya casi terminan su carrera, Miriam también, pero ya no le gusta el Derecho. Óscar canta en cafés y también le falta poco para acabar su carrera. Maritza ya terminó como Chef y ya consiguió trabajo y Sergio gusta de destazar gente como estudiante de Medicina.
Uno se da cuenta de todas las vueltas que da la vida, vernos tan iguales y tan diferentes 7 años después, con vidas armándose poco a poco, ya no siendo niños y siendo difícilemente adultos, y notar que el cariño que nos teníamos no ha cambiado, que podemos seguir hablando como aquellos días en que teníamos 15 años y uno no tomaba tan en serio la vida. Fue como estar de nuevo en el salón, sentado en un mesabanco malhecho hasta atrás y observarlos a todos, sentados siempre en el mismo lugar, llevándonos bien, recordando un retrato a gis en el pizarrón del Fresa, una guerra de gel para velas por la cual nos castigaron semanas, guerras de bolas de papel inmensas reforzadas con cinta adhesiva y resorteras improvisadas, los maestros ahora tan predecibles con sus mañas, modos y frases: Graciela, Balta, Brenda, El Mosco, Calzada, Marina, el Fray, Tirso, Ernestina, Sara; compañeros que resaltan por sus peculiaridades y apodos: Rodolfo el chorero, Paola la que se sentaba hasta adelante en los recesos y cruzaba las piernas para mostrarnos las piernas y su mamá les reclamo a las chavas del grupo por ya no ser sus amigas, Rafa el wey rebelde que enseñó las nalgas enfrente del grupo y lo sacaron a mediados de primero, el Yogui y el Mau bien cagados con sus ocurrencias, el Chono que toca la guitarra y canta bonito, que Verduzco se echaba pedos, que el Burger, el Huevo, el Chiquis, la China, Cerros, el Divis, el Cabeza, Mema, la Niurka, Cochis, etc., etc., etc. El grupo C de la generación 2000-2003 del Colegio México...
Terminamos en casa de Miriam sólo Ramón, Sergio, Mauricio, ella y yo. Cenamos y seguimos platicando. Nos fuimos a las 3:00 am, felices de habernos visto. Esperaba que fuera algo así como Efectos secundarios, pero resultó más como esa canción de Amaral, la de Marta, Sebas, Guille y los demás, pero en un reencuentro.
La secundaria fue una etapa genial que alguna vez califiqué de inolvidable y me di cuenta de cuánto la había olvidado hasta ayer... Quedamos en frecuentarnos más. No sé si sea verdad, pero al menos esta última vez ha sido genial.
2 Responses to “Flashback presencial 7 años atrás..”
Ay no manches!!!
La secu es de esas etapas que son divertidísimas y también super tormentosas, en aquellas donde comienzas a perfilar lo que quieres y te das cuenta de otras tantas...
LA SECU ES LA ONDA!!!
Me puse nostalgica, dispensa!!! jaja
Que genial! A veces los reencuentros son buenos e interesantes...saber en que anda la gente que conociste y dejaste de ver mucho tiempo.
Jajaja...yo tmb creo que sólo se han afinados detalles...pero sigues igual...
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