miércoles, 4 de noviembre de 2009

FIC's gone..



Al fin la locura del Cervantino se ha ido. No puedo negar que fue una buena temporada, con muchísimos eventos a los cuales asistir y cosas en la calle qué ver. Pero la verdad es que la ciudad se pone insoportable con la llegada de todos los turistas.

La masa provoca deshinibición. Es divertido observar cómo la gente pierde todo pudor en época de Cervantino, incluso los propios guanajuatenses. De verdad, la gente se comporta diferente, más loca, un poco más agresiva, más festiva. Octavio Paz (jaja, lo traigo en la cabeza porque acabo de leer el Laberinto) dice que este comportamiento es propio del mexicano, pero nel, es lo mismo con todas las nacionalidades.

La verdad sí me molesta tanta gente jaja. Sí, soy misántropo y qué? Pero es que no me dejan pasar cuando camino. De por sí el guanajuateo (m. Deverbal guanajuatear.- costumbre típica del peatón guanajuatense que conciste en estorbar inconcientemente el paso de los demás transeuntes. Quedarse parado en medio de la banqueta, caminar lento ocupando todo el espacio.) ya es irritante, luego amplificado por la colectividad es desesperante.

Pero hey! El FIC tiene sus cosas positivas. Eventos en la calle, ciertos motivos que le dan todavía más colorido a la ciudad, como carteros de bronce que te dan cartas con tu destino, teatro callejero o eventos al aire libre, cine en pantalla gigante en la escalinata del Edificio Central, incluso la gente (cuando no hay mucha) es agradable. Asistí a varios eventos, desde un payaso austriaco nada divertido pero cuya filosofía de pérdida del miedo por medio del ridículo me gustó, pasando por Don Globo, el Pan Optikum (tache), el Planetario (palomita), el Réquiem de Mozart interpretado por la OSUG (palomita), Hamlet con Meno Fortas (A++), hasta La driada de Andersen con Ex Machina (un 10).

En fin, Cervantino ya pasó, y Guanajuato vuelve a la normalidad. Terminó octubre, comienza a hacer mucho frío, no hay nubes, y ojalá la luz se vuelva a ir pronto de la ciudad...